Si busca mantener a los perros alejados de su casa o jardín, probablemente haya oído hablar de los repelentes ultrasónicos. Presentados como soluciones silenciosas para ahuyentar a los animales no deseados, estos dispositivos plantean una pregunta importante: ¿Tienen realmente un efecto sobre los perros y, si es así, cuál es? Comprender su impacto en los perros es fundamental antes de usarlos. En esta guía, encontrará respuestas claras y basadas en hechos, que le ayudarán a tomar una decisión segura e informada.
¿Qué es un repelente ultrasónico?
Los repelentes ultrasónicos contra plagas son pequeños dispositivos electrónicos que emiten ondas sonoras de alta frecuencia diseñadas para molestar a los roedores, insectos y algunos animales pequeños. Inaudibles para el ser humano, estos sonidos crean un entorno estresante para estos animales, lo que los impulsa a alejarse de la zona.
Fáciles de usar y con muy poco mantenimiento, basta con enchufarlos o alimentarlos con pilas. Algunos modelos cuentan con funciones adicionales, como detección de movimiento, destellos luminosos LED o frecuencias ajustables, para mejorar su eficacia y eficiencia energética.
¿Cómo funcionan los repelentes ultrasónicos?
➡️ Los repelentes ultrasónicos emiten sonidos entre 20 kHz y 65 kHz, inaudibles para los humanos pero muy desagradables para animales sensibles como los roedores, ciertos insectos o aves. Estas ondas generan una molestia auditiva que los impulsa a alejarse.
➡️ Su acción se basa en una sobrecarga sensorial: las plagas, desorientadas, tienen dificultades para orientarse o comunicarse, lo que hace que la zona resulte incómoda e inhabitable.
➡️ Algunos modelos varían las frecuencias o emiten sonidos pulsados para evitar la habituación y mantener su eficacia con el tiempo.
➡️ Las versiones más avanzadas incorporan sensores de movimiento o destellos LED, activando el sonido solo cuando se detecta un animal, lo que crea un efecto más imprevisible y disuasorio.
➡️ Aunque son inofensivos para las personas, estas frecuencias pueden coincidir con el rango auditivo de animales domésticos como los perros, por lo que se requiere una colocación adecuada.
➡️ En conjunto, se trata de un método limpio, sin contacto ni productos químicos, que ofrece una protección eficaz, duradera y respetuosa con el medio ambiente.
Efectos potenciales de los repelentes ultrasónicos sobre el oído y el comportamiento de los perros
Los perros poseen un oído extremadamente agudo, muy superior al de los humanos. Mientras que el oído humano capta sonidos de hasta unos 20 kHz, los perros pueden percibir frecuencias que van de 45 a 65 kHz, según la raza y el individuo. Esto significa que el sonido emitido por los repelentes ultrasónicos suele ser audible para ellos.
He aquí algunos aspectos que puedes observar y tener en cuenta:
- Algunos perros pueden levantar las orejas, alejarse o mostrar una ligera curiosidad cuando el dispositivo se activa.
- Los perros más jóvenes, con un oído más fino, suelen ser más sensibles a los ultrasonidos, mientras que los perros mayores reaccionan mucho menos.
Utilizados correctamente, estos dispositivos ofrecen una solución duradera, sin contacto y respetuosa con los animales, que permite educar y orientar el comportamiento de los perros preservando su comodidad y bienestar.
Estudios científicos y opiniones de expertos sobre los dispositivos ultrasónicos y los perros
Lo que muestra la ciencia
- Los estudios recientes sobre los dispositivos de ultrasonidos —como Effect of Ultrasonic Devices on the Distraction Behaviour of Guide Dogs (2010)— han demostrado que los perros perciben efectivamente estos sonidos, sin presentar reacciones de comportamiento negativas cuando la exposición es breve y bien controlada.
- Otras investigaciones, especialmente las de Blackshaw et al. (1990), confirmaron que los perros son capaces de detectar sonidos ultrasónicos y reaccionan con una ligera actitud de evitación, lo que corresponde exactamente al objetivo de un repelente humano y no agresivo.
Opinión de los expertos sobre los repelentes ultrasónicos para perros
Cuando se eligen con cuidado, se instalan correctamente y se ajustan a la reacción de cada perro, los repelentes ultrasónicos representan una alternativa respetuosa, sin contacto y sin productos químicos frente a los métodos de control del comportamiento más intrusivos.
Forman parte de un enfoque moderno y basado en la ciencia del adiestramiento y la protección de espacios. Esta es también nuestra opinión sobre los repelentes ultrasónicos para perros.
Señales que indican que su perro podría estar siendo afectado por un repelente ultrasónico
Los perros tienen un oído extremadamente sensible, lo que explica que puedan reaccionar de forma natural a las frecuencias ultrasónicas que nosotros no percibimos. Esto no significa que el sonido les sea perjudicial; al contrario, demuestra simplemente que el repelente funciona como se espera, desalentando los comportamientos no deseados de manera segura y suave.
Estos son algunos signos que indican que tu perro reacciona con normalidad:
- Evita la zona protegida: si tu perro deja de acercarse a un lugar determinado, eso demuestra que el repelente establece eficazmente un límite.
- Reacción de vigilancia: algunos perros pueden detenerse un momento y mirar el dispositivo cuando se activa.
- Disminución de comportamientos no deseados: menos excavaciones, marcajes o intentos de acceder a zonas prohibidas indican que la señal ultrasónica está funcionando como debe.
- Cambio de lugar de descanso o de juego: si tu perro prefiere otros espacios, significa que la barrera sonora le anima de forma natural a modificar sus hábitos.
💡 Consejo: para obtener los mejores resultados, coloca el dispositivo frente a la zona que deseas proteger, y no en el lugar donde tu perro suele descansar o comer. Una colocación adecuada permite optimizar la eficacia manteniendo la tranquilidad y el bienestar de tu animal.
Consejos para utilizar un repelente ultrasónico de forma segura con su perro
Aquí tienes algunos consejos prácticos para un uso seguro y responsable de los repelentes ultrasónicos:
✅ Elige la frecuencia adecuada: algunos dispositivos permiten ajustar la frecuencia. Opta por una configuración que apunte a insectos o roedores, manteniéndote por debajo del rango auditivo más sensible de los perros (generalmente entre 23 y 45 kHz). En caso de duda, consulta con tu veterinario.
✅ Coloca el dispositivo estratégicamente: evita instalar el repelente cerca de la cama de tu perro, su comedero o sus zonas de descanso favoritas. Tampoco lo coloques en espacios cerrados donde el sonido pueda rebotar y amplificarse. Para uso exterior, colócalo lejos de los lugares donde tu perro juega o descansa.
✅ Observa la reacción de tu perro: presta atención a su comportamiento durante las horas y días posteriores a la activación del dispositivo. Si notas signos de incomodidad como paseos repetidos, inquietud o evitación, aleja el aparato o apágalo temporalmente.
✅ Limita la exposición continua: en lugar de mantener el dispositivo encendido todo el tiempo, úsalo de forma intermitente. Esto reduce el riesgo de sobrecarga sensorial o estrés a largo plazo, especialmente en interiores.
✅ Evita combinarlo con otros ruidos fuertes: si tu perro ya es sensible a sonidos como el aspirador, las alarmas o los fuegos artificiales, añadir un dispositivo ultrasónico podría aumentar su nerviosismo. Introdúcelo de forma gradual para no sobreestimularlo.
Alternativas seguras a los repelentes ultrasónicos para perros
Si le preocupa el efecto potencial de los repelentes ultrasónicos en su perro o si ya ha notado signos de incomodidad, tranquilícese. Existen varias alternativas suaves y respetuosas con los animales para mantener alejadas las plagas sin afectar el bienestar de su compañero.
Repelentes naturales a base de olores

Los perros tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, lo que los hace especialmente sensibles a ciertos olores fuertes. Existen varios olores para ahuyentar a los perros, como el aceite de menta piperita, la citronela, el vinagre o el eucalipto. Utilizados en forma de sprays diluidos, pueden aplicarse alrededor de las entradas, las zonas de basura o en determinados rincones de la casa. Estos repelentes son eficaces y totalmente inofensivos para los perros cuando se emplean de forma correcta.
Trampas humanitarias

Aunque rara vez se utilizan con perros, las trampas llamadas "humanitarias" tienen como objetivo alejar a los animales sin causarles dolor ni estrés. Estas soluciones son ideales para quienes se preguntan cómo ahuyentar a los perros del jardín sin recurrir a métodos agresivos o invasivos. Las trampas humanitarias pueden incluir jaulas cerradas con placas sensibles a la presión que activan suavemente una puerta para que se cierre. Estas son comúnmente utilizadas por refugios o servicios de control animal para capturar perros callejeros de manera segura y humanitaria.
Plantas naturales

Si el problema se encuentra en el exterior, algunas plantas pueden disuadir de forma natural a los perros de acercarse. La lavanda, el romero o la citronela desprenden olores fuertes que muchos perros no soportan. Además de su suave efecto repelente, estas plantas no representan ningún peligro para los animales y aportan un toque decorativo a su jardín, al mismo tiempo que lo protegen de intrusiones o marcajes no deseados.
Productos repelentes no tóxicos para los animales

Algunos sprays o gránulos están especialmente formulados para ser no tóxicos para los perros. Busque siempre las etiquetas que indiquen "seguros para los animales" y revise la lista de ingredientes para evitar cualquier sustancia que pueda irritar la piel o el estómago de su perro.
Los aspersores con detectores de movimiento
Para ahuyentar a los perros sin ruido ni productos químicos, los aspersores con detección de movimiento son una excelente opción. En cuanto un animal se acerca, un chorro de agua se activa automáticamente. Es inofensivo, pero muy disuasivo. Por ejemplo, el repelente de agua JetSentinel es una solución sencilla, eficaz y respetuosa con los animales.
FAQ
¿El sonido ultrasónico es doloroso para los perros?
Los repelentes ultrasónicos están diseñados para producir sonidos que ahuyentan a los perros de forma no agresiva. No resultan dolorosos para los perros cuando se emiten a niveles seguros y regulados. Estos dispositivos producen una señal suave e inofensiva destinada a animar al perro a alejarse o detener un comportamiento no deseado, sin provocar estrés ni lesiones. Cuando se utilizan correctamente y se colocan lejos de las zonas de descanso o alimentación, los repelentes ultrasónicos siguen siendo una solución segura, humana y eficaz para establecer límites claros y educar al perro.
¿Los repelentes ultrasónicos pueden provocar convulsiones en los perros?
No hay evidencia científica de que los repelentes ultrasónicos causen crisis epilépticas en perros. Estos dispositivos emiten sonidos suaves e inocuos que solo buscan disuadir sin afectar su salud. Los perros con trastornos neurológicos pueden ser más sensibles, pero el ultrasonido no es un desencadenante. Usados correctamente y a una distancia adecuada, son una opción segura y respetuosa para el adiestramiento y el control de zonas.
¿Los repelentes ultrasónicos pueden causar estrés o ansiedad a largo plazo en los perros?
No hay estudios que prueben que los repelentes ultrasónicos provoquen estrés o ansiedad duradera en los perros. Estos dispositivos emiten ondas sonoras suaves y no dañinas, diseñadas para incitar al perro a respetar ciertos límites sin causar incomodidad. La mayoría de los perros se adaptan rápidamente y no muestran signos de malestar cuando el aparato está bien colocado y se utiliza por períodos razonables. Como con cualquier herramienta educativa, un uso responsable y una buena ubicación garantizan un efecto eficaz y sin riesgo.
¿Los repelentes ultrasónicos pueden interferir con el adiestramiento o con los collares anti-ladridos?
Sí, los repelentes ultrasónicos pueden interferir con el adiestramiento o con los collares anti-ladridos. Sus sonidos de alta frecuencia pueden distraer a los perros en proceso de aprendizaje, especialmente si responden a señales sonoras específicas, lo que puede afectar su concentración y coherencia en el entrenamiento. Si utilizas un collar anti-ladridos ultrasónico, las señales cruzadas pueden reducir su eficacia o generar estrés. Para evitar confusiones, apaga los repelentes durante las sesiones de adiestramiento y mantenlos alejados de las zonas de entrenamiento.
¿Durante cuánto tiempo puedo mantener encendido un repelente ultrasónico sin riesgo para mi perro?
No existe una duración fija, ya que la reacción depende de la raza, la edad y la sensibilidad de cada perro. Sin embargo, es preferible no dejar un repelente ultrasónico funcionando de manera continua, especialmente en interiores si tu perro está presente o muestra incomodidad. Úsalo de forma intermitente o cuando el animal se encuentre en otra zona. Para los modelos de exterior, colócalos lejos de las áreas de descanso y observa el comportamiento de tu perro. Lo ideal es optar por un dispositivo con ajustes regulables o temporizador, para controlar la exposición y garantizar la comodidad del animal.
¿Los repelentes ultrasónicos diseñados para perros pueden afectar a otros animales?
Sí, los repelentes ultrasónicos destinados a perros también pueden afectar a otros animales. Los gatos, conejos, roedores y algunas aves escuchan frecuencias similares y pueden reaccionar con incomodidad o evitación. En hogares donde conviven varias especies, se recomienda usar modelos específicos para cada animal o colocar los dispositivos de manera que eviten la exposición de los demás. Seguir las recomendaciones del fabricante es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los animales.
¿Existen repelentes ultrasónicos 100 % seguros para los perros?
Ningún repelente ultrasónico es 100 % seguro para todos los perros, pero algunos modelos están diseñados para minimizar al máximo cualquier incomodidad. El K9 Shield de Sonic Barrier — considerado uno de los mejores repelentes para perros del mercado — es un buen ejemplo. Emite frecuencias dirigidas que repelen a los perros. Su diseño impermeable, su sensor de movimiento y sus ajustes regulables garantizan un uso exterior seguro. Otro modelo, el K9-BarkLess, ayuda a reducir los ladridos excesivos mediante señales ultrasónicas suaves, diseñadas específicamente para el adiestramiento.

